¿Sabes en qué se parece el canto a la meditación?
Siendo fan del canto y de la meditación, decidí escribir una reflexión acerca de la relación entre estas prácticas; basándome en un artículo que leí con el título traducido al español: 4 razones para practicar el canto con conciencia (atentamente)*.

Primero quiero contarles que desde pequeña he cantado por afición, la mayoría de las veces, en corales. Empecé a la edad de 7 años en la Escuela de Música Olga López, donde formé parte de su coral hasta mi graduación de bachiller. En la universidad, forme parte del orfeón de la UNIMET como contra-alto hasta mi graduación, y en esta agrupación obtuve una beca del 50% de mi matrícula por destacarme en el canto. Durante mis años universitarios también practiqué canto en la escuela de música de Mayré Martínez, la primera Latin American Idol. Luego, formé parte de un grupo vocal y siempre buscaba la manera de mantenerme en conección con el canto.
Luego de casarme y tener hijos, las responsabilidades del día a día, me llevaron a alejarme del canto.

Sin embargo, en la búsqueda de una manera para reducir mi estrés, me encontré con la Meditación Vipassana en el año 2015. Tuve la maravillosa oportunidad de participar en un retiro de 10 días donde aprendí ese tipo de meditación. Una experiencia que recomiendo a todos.
A partir de ese momento he estado practicando meditación y disfrutando de sus beneficios.
A finales del año 2017, me tropecé con el artículo que les nombré antes: 4 razones para practicar el canto con conciencia (atentamente)*, artículo que me hizo reflexionar y entender una razón más, por la que me ha hecho tanta falta el canto, durante los últimos años de mi vida.
Después de leer ese artículo, hice conciencia de que el canto había representado una fuente de alimentación para mi mente. Que era una manera de “meditar”. Y que si yo lo había abandonado por la realidad de mi día a día, hoy entendía, que durante los años que lo practiqué, sin darme cuenta, me ayudó enormemente.
Este artículo hace referencia a los beneficios de la práctica de la meditación mindfulness realizada haciendo vocalización. En el texto, un profesor de teoría musical y composición, describe la experiencia como una oportunidad de verdadera exploración. Que además permite un trabajo conciente de las sensaciones del presente, sin juicios o interpretaciones. Él considera que cantar es un acto de autocompasión, puesto que la vocalización es un masaje en nuestro cuerpo, de adentro hacia fuera, donde las vibraciones se pueden sentir en el pecho, e incluso en otras partes del cuerpo, lo que produce una sensación de placer. Él acota que ayuda a relajar los músculos y disminuir las tensiones producto de estrés o ansiedad. También expone que puede facilitar vivir las emociones que sientas en tu presente, porque puedes usar una melodía triste si te sientes así, o más bien una alegre, si la situación es contraria. Además menciona que meditar cantando, puede ayudar a aumentar el deseo de meditar, pues señala que el canto estimula el núcleo accumbens, es decir, el centro de placer del cerebro, lo que nos permite vincular la meditación, el presente, con el placer en el momento que meditamos vocalizando o cantando. Es decir, podría facilitarnos incorporar la meditación a nuestra vida como un hábito.

Esta lectura me hizo recordar mis prácticas de vocalización y canto coral, donde aprendí a respirar adecuadamente, usando mi abdomen y la apertura de las costillas, para la mayor capacidad pulmonar, y no la respiración toráxica subiendo mis hombros. Además de la coordinación adecuada de la respiración, para que el aire alcance durante las frases y poder inhalar en las pausas sin interferir con el mensaje de la canción. Me recordó que solíamos empezar los calentamientos con vocales cerradas y consonantes suaves, como la M, L, N, para que las cuerdas vocales se masajeen, estiren y calienten, y a la vez permitan la menor salida de aire posible. Incluso, por circunstancias personales, aprendí la respiración donde al exhalar se imita el sonido de una “abeja” para masajear las cuerdas vocales. Practiqué la retención del aire, para mejorar la administración del mismo y poder utilizar una sola inhalación en frases más largas. Aprendí a dejar salir el aire y cantar sin tensar el cuello, entre otras cosas. Y así, todas estas técnicas del canto, entre otras, mantienen tu atención en la respiración y el estado presente. Logrando el objetivo principal que brinda la practica de cualquier tipo de meditación. Además, ambas estimulan la atención a las distintas parte del cuerpo que están interactuando al momento de cada práctica.
En conclusión, puedo decir, que cantar es un acto activo de estar en el presente y de respirar concientemente que además estimula el centro de placer de nuestro cerebro, por lo que practicado con atención y adecuadamente puede tener el mismo efecto que una meditación. Practicar la meditación con vocalización puede ser la combinación perfecta para aquellos que aman el canto y quisieran empezar a meditar.
* 4 Reasons to Try Mindful Singing By Mindful Staff | December 22, 2017.